Lamentaciones 5:21
El día de hoy se me presenta como un regalo. Tengo el privilegio de respirar. No sé lo que este día me traerá, sin embargo sé que Dios está conmigo y me dará la fortaleza y la sabiduría para enfrentarlo. Quiero vivir mi presente sin afanarme por el futuro. Y solo recordar cosas de mi pasado para sonreír, para tomar con acierto buenas decisiones o para entender que si ya enfrenté cosas que me parecieron por algún momento difíciles de asumir y pude, también podré ahora.
Seguramente este día me traerá buenas cosas y también es posible que toquen a mi puerta algunos problemas para resolver, desilusiones que quiera añadirse a la lista o alguna tristeza que se quiera infiltrar. Pero todas estas cosas son parte de la vida y creo que a todos nos llegan. Es cierto también que a algunas personas el dolor llega en más proporciones que a otras y no intentaré contestar por qué razón esto pasa. Pero siempre he creído que nada ocurre sin que haya algún propósito escondido. Pienso que tal vez las personas que soportan más son las que tienen dentro de ellas la facultad y la fortaleza para enfrentar esos retos que la vida les presenta.
Reflexiono también en todas esas personas que tienen que enfrentar una enfermedad que los atemoriza o que les hace pensar que no podrán vivir lo suficiente para disfrutar de tantas cosas maravillosas. Aquellos que sienten que su corazón ya no quiere latir más, que están cansados de luchar, de intentar, de probar. Que buscan hacer las cosas bien y mientras más esfuerzos hacen por mejorar, más contradictorias les parece que salen las cosas. No puedo dejar de levantar una plegaria a Dios y pedirle que los guíe, ayude y fortalezca en medio del desierto que se encuentran atravesando. Porque es justamente a través de ese desierto que Dios moldeará y pulirá sus vidas para que reciban cosas mejores. Para que desarrollen ciertas cualidades, características y herramientas que les harán ser mejores.
Al pensar en el futuro a veces nos sentimos ansiosos, sin embargo, Dios dice que podemos estar confiados porque ÉL ES. Y si él es, tiene el control de todo y no permitirá que nos suceda algo, por más grande que parezca, sin darnos juntamente la salida. Nuestro futuro con él es demasiado brillante y esperanzador, aunque haya pronósticos y pasen cosas a nuestro alrededor que por momentos nos hagan pensar lo contrario. El día de hoy haré todo lo posible porque merezca la pena recordarlo. Trataré de ir más despacio para disfrutar de los detalles que a veces pierdo. El día de hoy quiero saborearlo, sacarle provecho al máximo, porque es irrepetible.
Hoy es ese día en que desato el moño y me dispongo a amar con más intensidad, a escuchar con más atención, a tomar tiempo para compartir con los más que quiero. Hoy dejaré a un lado todos esos afanes que trae la vida y viviré.
Autora: Brendaliz Avilés