Vesiculo del dia


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miércoles, 28 de mayo de 2008

PENSANDO EN LA ORACION TAL COMO JESUS LA ENSEÑO


Nuestro concepto de la oración se correcto o no, se basa en nuestra propia concepción acerca de la misma. La definición más apropiada de la oración es compararla con lo que la respiración es en nuestros pulmones y como la sangre en nuestro corazón.
Nuestra sangre mana y nuestra espiración prosigue "sin cesar"; no somos conscientes de ello, pero nunca cesa.
De igual forma no siempre tenemos conciencia de cómo Jesús nos guarda en perfecta unidad con Dios, pero si le obedecemos, Él continua haciéndolo.
La oración no es un ejercicio, sino la vida misma del creyente. Cuídate de cualquier cosa que detenga el flujo de la oración. "Orad sin cesar...". Mantén el habito, aunque parezca pueril, de orar a Dios desde lo mas profundo de tu corazón en todo momento.

Jesús nunca menciono la posibilidad que la oración quedara sin respuesta. Tenia la certidumbre ilimitada de que la oración recibe siempre contestación. ¿Tenemos, mediante el espíritu de Dios, la misma certidumbre inexpresable que tenia Jesús acerca de la oración, o nos dejamos influir por experiencias en las que nos ha dado la sensacion de que Dios no respondía a nuestras oraciones?

Jesús dijo: "... todo aquel que pide, recibe..."¨Mateo 7:8

En cambio, nosotros decimos: " Si, pero...;si, pero...". Dios responde a la oración de la mejor manera, no solo aveces, sino siempre.

No obstante, la evidencia de la respuesta puede que no siga de manera inmediata en el área que nosotros deseamos. ¿ Confiamos realmente a que Dios responda la oración?

El peligro en el que estamos es el de intentar diluir lo que Jesús dijo para hacer que encaje con nuestro sentido común. Pero si pudiera medirse por el sentido común, lo que el dijo no valdría siquiera la pena. Las cosas que Jesús enseño acerca de la oración son verdades sobrenaturales que El nos revela.